viernes, diciembre 15, 2006
Edicion numero 32.
THE STREETS: Never went to church Vendió tres millones de copias de su anterior disco, tal vez el más original e inteligente álbum del último lustro según la crítica. A mí no me gustó tanto. Retorna incapaz de no ser sincero, inconsciente de que la sinceridad a veces es un mal evitable. Lo que cuenta ya no es mundano, aunque aún nos podemos echar unas risas. El británico se muestra como el único artista capaz de abordar el reverso tenebroso de la fama y la fortuna y no merecer ser degollado por eso. No es lo que cuentas, es cómo lo cuentas
TWO GALLANTS: Steady rollin’just
Segundo y revelador largo del dúo de San Francisco. La verborrea de Dylan, la desolación sureña de Flannery O’Connor y la arena en la boca de Jack White. Aquí una palabra vale más que mil imágenes, ningún tema acaba hasta que se ha dicho y se ha hecho cuanto se tenía que decir y hacer. Podría ser country math o macropoesía automática. Lo cierto es que muere mucha gente, y eso siempre es bueno.
THE BELLRAYS: Third times the charm
Alguien los definió como si Tina Turner se pusiera al frente de los Stooges. Oyes a estos californianos y te sientes más salvaje que cañita brava en un chiquipark. Lisa Kekaula entona como si la mejor cantante de soul hubiera metido los dedos en un enchufe. Y detrás, una tormenta de guitarras. Sensacionales.
THE CONCRETES: On the radio
Estos concretes hacen verdadera gimnasia sueca; claro, en clave pop. Pues son ocho y vienen de allí, de Suecia, y elaboran sus canciones con la precisión de aquellas tablas gimnásticas y con el colorido de un sueño lisérgico. Y como es una voz rubia femenina, sensual y acariciante, tal cual las yeyés francesas de antaño la que canta, el embrujo es mayor. The concretes On the radio.
TILLY AND THE WALL: Sing song along
Son aquel grupo estadounidense que no tiene batería, sólo una chica que baila claqué. Como elde la cabra, nunca suficientemente valorado por la música y por plantar el animal delante de tu portal, corren el riesgo de vivir y morir apreciados únicamente por su peculiaridad. Craso error amigo mío. Perfeccionan su pop de melancólica melodía y abren horizontes en forma de bases electrónicas.
CRACKER: Everybody gets one for free
Los tejanos vuelven a la carga con Greenland. A algunos el tiempo les cunde cantidad. Le pasa a David Lowery, el líder de Cracker, capaz de compartir esta formación con un grupo de rock de raíces. Hace poco estuvieron en España y un grupo de privilegiados los disfrutaron en Zaragoza. Y es que Cracker hacen canciones con mucho fundamento.
THE RACOUNTERS: Steady as she goes
Tenemos al estadounidense Brendan Benson, un tipo con innegable talento para la melodía, pero con un deje adulto que puede provocar peligrosas subidas de azúcar. Por otra parte, tenemos a Jack White, un tipo con una apabullante clarividencia para el concepto y el diseño de producción. ¿Qué pasa si les unimos? Pues el resultado es este magnífico ejemplo de power-pop y rock agridulce con el justo punto de accesibilidad y la dosis necesaria de underground. Esto es muy serio y muy bueno.
RADIO 4: As far as the eye can see
Tras el batacazo de Stealing of a naation, el combo de Brooklyn retorna con un álbum en el que los eslóganes políticos facilotes y las bases electrónicas de su anterior trabajo desaparecen a favor del punk, la new wave, el funk y The Clash. Con energía, sinceridad y talento para que cuando los defiendas, una vez pasada la moda, no debas avergonzarte de habértela comido entera y con patatas.
JAMIROQUAI: When you gonna learn
¿Cuándo vas a aprender que en el cuartelillo caben muchos estilos? ¿Cuándo vas a aprender que en navidad sale la mayor parte de recopilatorios de artistas que en su momento fueron algo? ¿Cuándo vas a aprender que Jamiroquai chupó de todos los estilos e instrumentos para hacer un funk nuevo? When you gonna learn.
TIGA: You gonna want me
Aunque el primer álbum del canadiense Tiga se ha hecho de rogar, ha valido la pena. De haber salido hace un par de años, hablaríamos en términos superlativos, pero temazos como (Far from) home da igual cuando aparezcan. Nosotros, como siempre, vamos a elegir el camino menos trillado y te pinchamos You gonna want me ¿Estamos ante el último gran disco del revival electropop antes de que vuelva a la tumba?
GECKO TURNER: Pal Perú
Dicen que lo del extremeño Gecko Turner tiene más aceptación fuera que dentro de España. Aquí cuesta entender un disco que cambia de reggae a funk, de soul a jazz, de salsa a blues. La gran esperanza blanca de la electrónica española ofrece un calidoscopio muy orgánico, diferenciado de propuestas similares por su poder magnetizante. Pero lo que suena a relajo fumeta esconde una labor de orfebrería sonora; una vez asumidas sus peculiaridades, Chandalismo ilustrado seduce sin remedio. Y el cuerpo agradecido, sonríe. Nosotros no nos vamos Pal Perú sino que nos vamos “pal yendo acabando”.
TWO GALLANTS: Steady rollin’just
Segundo y revelador largo del dúo de San Francisco. La verborrea de Dylan, la desolación sureña de Flannery O’Connor y la arena en la boca de Jack White. Aquí una palabra vale más que mil imágenes, ningún tema acaba hasta que se ha dicho y se ha hecho cuanto se tenía que decir y hacer. Podría ser country math o macropoesía automática. Lo cierto es que muere mucha gente, y eso siempre es bueno.
THE BELLRAYS: Third times the charm
Alguien los definió como si Tina Turner se pusiera al frente de los Stooges. Oyes a estos californianos y te sientes más salvaje que cañita brava en un chiquipark. Lisa Kekaula entona como si la mejor cantante de soul hubiera metido los dedos en un enchufe. Y detrás, una tormenta de guitarras. Sensacionales.
THE CONCRETES: On the radio
Estos concretes hacen verdadera gimnasia sueca; claro, en clave pop. Pues son ocho y vienen de allí, de Suecia, y elaboran sus canciones con la precisión de aquellas tablas gimnásticas y con el colorido de un sueño lisérgico. Y como es una voz rubia femenina, sensual y acariciante, tal cual las yeyés francesas de antaño la que canta, el embrujo es mayor. The concretes On the radio.
TILLY AND THE WALL: Sing song along
Son aquel grupo estadounidense que no tiene batería, sólo una chica que baila claqué. Como elde la cabra, nunca suficientemente valorado por la música y por plantar el animal delante de tu portal, corren el riesgo de vivir y morir apreciados únicamente por su peculiaridad. Craso error amigo mío. Perfeccionan su pop de melancólica melodía y abren horizontes en forma de bases electrónicas.
CRACKER: Everybody gets one for free
Los tejanos vuelven a la carga con Greenland. A algunos el tiempo les cunde cantidad. Le pasa a David Lowery, el líder de Cracker, capaz de compartir esta formación con un grupo de rock de raíces. Hace poco estuvieron en España y un grupo de privilegiados los disfrutaron en Zaragoza. Y es que Cracker hacen canciones con mucho fundamento.
THE RACOUNTERS: Steady as she goes
Tenemos al estadounidense Brendan Benson, un tipo con innegable talento para la melodía, pero con un deje adulto que puede provocar peligrosas subidas de azúcar. Por otra parte, tenemos a Jack White, un tipo con una apabullante clarividencia para el concepto y el diseño de producción. ¿Qué pasa si les unimos? Pues el resultado es este magnífico ejemplo de power-pop y rock agridulce con el justo punto de accesibilidad y la dosis necesaria de underground. Esto es muy serio y muy bueno.
RADIO 4: As far as the eye can see
Tras el batacazo de Stealing of a naation, el combo de Brooklyn retorna con un álbum en el que los eslóganes políticos facilotes y las bases electrónicas de su anterior trabajo desaparecen a favor del punk, la new wave, el funk y The Clash. Con energía, sinceridad y talento para que cuando los defiendas, una vez pasada la moda, no debas avergonzarte de habértela comido entera y con patatas.
JAMIROQUAI: When you gonna learn
¿Cuándo vas a aprender que en el cuartelillo caben muchos estilos? ¿Cuándo vas a aprender que en navidad sale la mayor parte de recopilatorios de artistas que en su momento fueron algo? ¿Cuándo vas a aprender que Jamiroquai chupó de todos los estilos e instrumentos para hacer un funk nuevo? When you gonna learn.
TIGA: You gonna want me
Aunque el primer álbum del canadiense Tiga se ha hecho de rogar, ha valido la pena. De haber salido hace un par de años, hablaríamos en términos superlativos, pero temazos como (Far from) home da igual cuando aparezcan. Nosotros, como siempre, vamos a elegir el camino menos trillado y te pinchamos You gonna want me ¿Estamos ante el último gran disco del revival electropop antes de que vuelva a la tumba?
GECKO TURNER: Pal Perú
Dicen que lo del extremeño Gecko Turner tiene más aceptación fuera que dentro de España. Aquí cuesta entender un disco que cambia de reggae a funk, de soul a jazz, de salsa a blues. La gran esperanza blanca de la electrónica española ofrece un calidoscopio muy orgánico, diferenciado de propuestas similares por su poder magnetizante. Pero lo que suena a relajo fumeta esconde una labor de orfebrería sonora; una vez asumidas sus peculiaridades, Chandalismo ilustrado seduce sin remedio. Y el cuerpo agradecido, sonríe. Nosotros no nos vamos Pal Perú sino que nos vamos “pal yendo acabando”.