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Radio La Cotorra

viernes, enero 12, 2007

Edicion numero 34.

PSAPP: The words (The Only Thing I Ever Wanted)
¿Ya han pasado los Reyes Magos por tu casa? ¿Qué te han dejado? Si por casualidad te han regalado una de esas casas de muñecas que a ti te parece que está embrujada y no tienes música apropiada para disfrutarla, nosotros te proporcionamos la banda sonora de tus sueños. Psapp es un dúo cuyo discurso musical parece escrito por duendes traviesos.

MIST: Slow man (Bye Bye)
La banda holandesa, dirigida por Rick Treffers, debutó hace tres años. Esta apreciable segunda entrega ahonda en su propuesta de dream pop escrito en inglés: melodías intimistas, texturas sonoras con algún arreglo de cuerda incluido y una voz aterciopelada. El susurro de su vocalista endulza sólo en parte las secuelas de la ruptura amorosa que inspira Bye Bye y sus 14 canciones. Exorcismo melancólico desde Ámsterdam.

HOT CHIP: Look after me (The Warning)
El primer trabajo de Hot Chip era tan bueno y original que casi nadie le prestó demasiada atención cuando salió hace un par de años. Su segundo álbum perfecciona el experimento del primero y crea una amalgama de funk y hip-hop blanco e indie sin color que debería haber figurado entre lo mejor del 2006.

DANI SICILIANO: Big time (Happens)
Matthew Herbert y su ex repiten formula bajo el paraguas denominado Dani Siciliano. Él produce mantos de electrónica bizarra, ella los hace accesibles con su voz de porcelana. Aquí siguen cabiendo experimentos pop, reivindicaciones del house, amagos del country digital. Aunque nunca supera su debú ni obras cumbres del pop británico como Scale. Sí, amigos, hasta el caviar aburre.

JACK JOHNSON: The 3 R’S (Curious George)
Este hawaiano ha dejado de ser un secreto a voces. Su cuarto álbum, banda sonora de una película de animación, incluye colaboraciones de su maestro, Ben Harper, y versiones, entre otras, de White Stripes, sigue hablando en clave acústica de la alegría de vivir. No ha descubierto nada ni va camino de intentarlo, pero sabe crear canciones que al levantarte por la mañana te hacen pensar que tu curro no está tan mal y que hay cosas peores que un atasco. Todas las madres del mundo suspirarían por un yerno así: guaperas, risueño, activista medioambiental, marido perfecto y padre feliz. No, tranquilos, no es mi retrato. ¡Ah! Y yo no canto.

THE KOOKS: Sofa song (Inside In/Inside Out)
Otro de los hallazgos del rock británico lleva el nombre de The Kooks. Teniendo en cuenta que todas las semanas aparece un descubrimiento de este tipo, hay que reconocerles a estos cuatro energía e inspiración. Suenan como el típico sueño pop adolescente pero con un toque pelín comercial. Así que primera y última aparición en El Cuartelillo; al que le gusten, que los oiga en las radio-fórmula vecinas.

SECRET MACHINES: Faded lines (The Silver Drop)
Son de Arizona y, aunque se mudaron a Nueva York, el recalentamiento cerebral que debió producirles el sol del desierto no se les ha pasado aún. Hasta Oasis son sensibles a su melancolía cósmica. Por qué no brindarle una oportunidad a estos psicodélicos que tienen sencillos tan envolventes como este Faded lines.

THE STROKES: You only live once (First Impressions Of Earth)
Que podemos decir de estos chicos que no sepáis. Parece que han vuelto con mucha fuerza y nos han presentado 14 verdaderos temazos. Sólo queremos dedicarle a Juan uno de ellos porque sabemos que es uno de sus grupos favoritos. Aún tengo en mi casa la camiseta. Pasa a por ella.

SERENA MANEESH: Sapphire eyes high (Serena Maneesh)
Un quinteto noruego con ganas de romper cosas. Aspecto aterrorizador, sonido inquietante, actitud chulesca y pocas ganas de discutir cuando pueden arreglarlo a puñetazos. A golpes con sus guitarras, que viajan de The Jesús and Mary Chain a la Velvet en un tren cargado con el cadáver de Sonic Youth y las últimas voluntades de My Bloody Valentine. Ruido blanco. Muerte roja. Corbata negra. Casi perfectos.

SNOW PATROL: Beginning to get to me (Eyes Open)
Estos escoceses están especializados en esas canciones que crecen como olas y al final arrasan con lo que se les pone adelante. Himnos en los que su cantante, Gary Lightbody, el tío con la voz más triste del momento, narra sus problemas con las mujeres que, por lo que se ve, le hacen sufrir lo indecible. Y es en este contraste entre lo poderoso de las melodías y lo desvalido de la voz donde encuentran la fórmula.

THE VINES: Dope train (Vision Valley)
La historia toca la fibra: al cantante de The Vines, Craig Nicholls, le diagnosticaron un síndrome que le impedía seguir con el grupo. Pero, afortunadamente, y tras no poco apoyo de de sus colegas y familia, el grupo australiano ha podido materializar su tercer disco. Doce canciones donde se conjuga rock con grunge, punk y psicodelia al tiempo que firma unas baladas preciosas. Lástima que Nicholls no puede tocarlas ya en directo.

CLAP YOUR HANDS SAY YEAH: The skin of my yellow country teeth (Clap Your Hands Say Yeah)
Así se supone que va la historia. Pon un anuncio. Encuentra batería. Graba una maqueta. Mándala a las discográficas. Haz bolos. Ficha por un sello. Concede entrevistas. Cruza los dedos para que el disco de Coldplay venda lo que debe y no te echen. Pero en 2006 hemos topado con dos excepciones. Uno, Arctic Monkeys. Otro, Clap Your Hands Say Yeah, banda de canadienses afincados en Nueva Cork, esperanza de la independencia más tozuda y saltarina. Cuanto más escuchas su debut, más te gustan: son intensos pero ligeros; profundos pero divertidos; básicos, pero competentes.

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