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Radio La Cotorra

viernes, febrero 09, 2007

Edicion numero 39.

I’M FROM BARCELONA: Oversleeping (Let me introduce my friends)
Antes de que Barcelona fuera cosmopolita y los colores pastel sustituyeran al amado gris, los primeros rayos de sol se recibían con desdén catalán y no con este arrebato hormonal típico de los que necesitan protección 80. De ese estado de euforia ante la perspectiva de un cáncer de piel surge este álbum sueco de inspiración barcelonesa. Pop saltarín que te pone feliz y tontorrón al segundo acorde.

FRANK BLACK: Kiss my ring (Fast man raider man)
Este Frank Black va camino de arrebatarle a Prince el trono de incontinente mayor del reino: en trece años, trece discos, amén de de sus aventuras paralelas con sus recuperados Pixies. Este año Frank nos presenta un doble disco acompañado de excelentes músicos. Si te gusta el rock, el soul, el blus y el country aquí tienes 27 grandes temas para degustar con mucha calma.

JET: Shine on (Shine on)
Me voy a poner en plan crítico de música al uso. ¿Para qué seguir haciendo discos de rock si ya está todo inventado? Si seguimos ese argumento puede que salváramos un disco cada cuatro o cinco años. Tal vez, Jet no aporta nada al mundo de la música, pero lo que hace lo firma con solvencia y buen gusto, que en los tiempos que corren ya es más que suficiente.

THE VINES: Candy Daze (Vision Valley)
Segunda aparición de The Vines en nuestro programa y es que creemos que este álbum gana mucho cuanto más lo escuchas. La historia de su cantante es triste pero no nos debemos dejar cegar por esas emociones si no por las que se desprenden al oír sus canciones.

MARTIN BUSCAGLIA: Cerebro, orgasmo, envidia y Sofía (El evangelio según mi jardinero)
Como si Caetano Veloso hubiera nacido anteayer y David Byrne fuera latino de verdad. Imagínate a Kiko Veneno jugando con instrumentos de todo a cien y dando rienda suelta a su lirismo callejero. Apropiacionismo en toda regla, aunque con la virtud de sonar único. Lo malo de cada día salgan tantos discos es que puedes llegar a perderte perlas de este uruguayo. Martín Buscaglia y Cerebro, orgasmo, envidia y Sofía. Tú tienes que buscar la relación entre todos estos conceptos.

ZODIACS: Nada sabe igual (Golpe de calor)
Su primer single fue Chica normal y nos arrebataron. Aquí ya los pudisteis oír bastante antes de que se dieran a conocer en los medios nacionales. De este grupo nos gusta casi todo: sus guitarras, su directo… Pero yo hay algo que no llevo muy bien: sus letras. La mayoría son muy machistas. Y una cosa es que tengas un fracaso amoroso y te desahogues y otra es que sistemáticamente creas que las chicas son inferiores a ti.

RADIO 4: Enemies Like This (Enemies Like This)
Cuando yo era pequeño se puso de moda un juguete que se llamaba Blandiblup (supongo que se escribiría de otra manera). Era una masa viscosa verde que la tocabas y la sentías fría y pegadiza aunque no se te quedaba agarrada a las manos. Todos los niños queríamos tener una. A los dos meses ya no se supo más. Pues con algunos grupos pasa lo mismo. Frescos, pegadizos, de colores vistosos y a los dos meses fuera. Radio 4 no juega en esta división y es, en su género, lo más alejado al blandiblup que conozco.

MISS JOHN SODA: Hands (Notes and the like)
Qué poco nos gustan las etiquetas en este programa, pero, claro, a veces, no nos queda más remedio que utilizarlas. A Miss John Soda le colgaron la de indietrónica, que viene a ser una mezcla entre lo más soso del indie con lo más aburrido de la electrónica centroeuropea. Ellos han tratado de romper el molde que los encasillaba y nos ofrecen un disco menos indie y más electrónico que yo te recomiendo.

NOUVELLE VAGUE: Heart of glass (Bande apart)
Usar la plantilla del lounge para secuestrar canciones de universos muy distintos es algo muy manido. Los británicos Nouevelle Vague se libran del apercibimiento porque ellos lo hacen con estilo y con gracia. Además convertir clásicos de Billy Idol, New Order, Yazoo, Heaven 17, Buzzcocks, Visage y hasta el Human fly de los Cramps en música para ascensor tiene su morbo, y eso, para según qué noches, siempre viene bien.

GECKO TURNER: Toda mojaíta (Chandalismo ilustrado)
Y alguno se estará preguntando ¿y de electrónica española qué? Pues ahí estamos, opositando para hacernos un hueco en el mapamundi. Si en lo contundente hay mucho demostrado, sobre ritmos cálidos la cosa empieza a coger forma. Nosotros te recomendamos los dos volúmenes de Spain is different, donde podrás encontrar una línea que mezcla la pista con los breaks afrolatinos. Yo sigo quedándome con Gecko Turner y su Toda mojaíta, está a años luz de los demás.

THE DOLLS: Kukuu (The Dolls)
Lo más parecido a un dream team de la electrónica. La épica del escocés Craig Armstrong, la voz de Antye Greie y el visionario rítmico Vladsilav Delay unen fuerzas para crear “el disco” de electrónica de este final de año. Evocan a los Massive Attack cuando dejaron de ser negros, ven las cosas a cámara lenta y piensan como un músico de jazz. Estimulante, frío y, al primar el corazón sobre la razón, cautivador.

WHOMADEWHO: Cigar (Whomadewho)
Por fin llegan a El cuartelillo los daneses Whomadewho. La mezcla es explosiva, escucha con atención. Uno es dj de house, otro viene de un grupo de rock garagero y el tercero le daba al jazz vanguardista. Cocinan sus ingredientes como LCD Soundsystem, pero con el ojo puesto en el italodisco y el funk más ochentón cuando no se creen Beck. Y voilà, aquí tenemos el álbum bailongo de la temporada pasada.

PET SHOP BOYS: Minimal (Fundamental)
Lo más brillante que Pet Shop Boys ha editado desde Very, destaca, sobre todo, por la inteligencia. Si habláramos de baloncesto es un base que reparte juego con sabiduría. La justa dosis de política, el toque francés, el electro, el himno, el medio tiempo, el amor, el odio, el sexo, el sarcasmo. Todo en su sitio y reluciente. Nos alegramos un montón de que haya gente tan lista haciendo pop; muchos deberían aprender.

STEREO TOTAL: Babystrich (Discothèque)
Tecno pop paneuropeo que haría bailar al tory más euroescéptico. Aquí Stereo Total, el dúo franco-germano más kitsch, posmoderno y políglota nos da antiguas pesetas por euros y ofrece una desequilibrada pero entrañable colección de mezclas de temas de su reciente Do the bambi, además de alguna gracia de flequillo rebelde y, sobre todo, una versión de los Stones que vale un Potosí. Nosotros nos quedamos con Babystrich para que bailes a tope con las fuerzas que te queden.

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